Revisión de piel – Lunares
Colagenopatías
Son enfermedades de un amplio y heterogéneo grupo que tienen en común una alteración del tejido conjuntivo. Aunque clínicamente sean distintas, generalmente cursan con manifestaciones articulares, cutáneas y viscerales. La hipersensibilidad o la autoinmunidad desempeñan un papel importante en su patogenia.
Hoy en día tenemos nombres para afecciones específicas como:
Dermatomiositis:
La dermatomiositis es una enfermedad inflamatoria poco común que se caracteriza por la debilidad muscular y por un sarpullido cutáneo particular.
Puede afectar a niños y adultos. La dermatomiositis afecta más a las mujeres que a los hombres.
Es una patología que no tiene cura, pero puede haber períodos en los que mejoran los síntomas. El tratamiento puede eliminar el sarpullido en la piel y ayudarte a recuperar la fuerza y la función muscular. Entre los signos y síntomas más comunes que aparecen en la piel está el exantema de color violeta o rojo oscuro, que aparece con mayor frecuencia en el rostro y los párpados, y en los nudillos, los codos, las rodillas, el pecho y la espalda. Este sarpullido puede provocar comezón y dolor, suele ser el primer signo de dermatomiositis.
Esclerodermia:
La esclerodermia, también conocida como esclerosis sistémica, es un grupo de enfermedades raras que implican endurecimiento y tirantez de la piel. También puede causar problemas en los vasos sanguíneos, los órganos internos y el tracto digestivo.
La esclerodermia suele categorizarse como limitada o difusa, lo que hace referencia al grado de afectación de la piel. Ambos tipos pueden incluir cualquiera de los otros problemas vasculares o en los órganos. La esclerodermia localizada, también conocida como morfea, solo afecta la piel.
Aunque no existe cura para la esclerodermia, los tratamientos pueden aliviar los síntomas, retrasar el avance y mejorar la calidad de vida.
Lupus eritematoso cutáneo:
Es una enfermedad autoinmune. Ello significa que el sistema inmune sufre un cierto desorden y puede atacar a diversos órganos y sistemas. En el lupus eritematoso cutáneo el órgano que se ataca es la piel. Es una enfermedad crónica para la que no existe un tratamiento curativo pero en la que sí es posible controlar los síntomas y conseguir la remisión de la enfermedad por periodos de tiempo prolongados. La causa real es desconocida, pero se supone que existiría una cierta predisposición genética sobre la que podrían actuar diversos factores desencadenantes. En el caso del lupus cutáneo, el sol es uno de los principales factores que podría actuar como desencadenante o agravante. Algunos medicamentos, a veces, también pueden actuar como desencadenantes de algunos de los tipos de lupus cutáneo (lupus subagudo).
El lupus eritematoso suele aparecer entre los 20 y los 50 años y con más frecuencia afecta a las mujeres. Puede incrementar algo el riesgo de tener lupus si hay antecedentes de un familiar directo con historia de lupus u otra enfermedad autoinmune.
Las lesiones que pueden aparecer en la piel son muy variadas.
Se identifican cuatro tipos principales:
- Lupus eritematoso cutáneo agudo (“lupus cutáneo agudo”).
- Lupus eritematoso cutáneo subagudo (“lupus subagudo”).
- Lupus eritematoso cutáneo crónico (“lupus discoide”).
- Lupus túmido.
Vasculitis:
La vasculitis es una inflamación de los vasos sanguíneos. La inflamación puede engrosar las paredes de dichos vasos, lo que reduce el ancho del conducto interior de estos. Si se restringe el flujo sanguíneo, los órganos y los tejidos pueden dañarse.
Hay muchos tipos de vasculitis y la mayoría son poco frecuentes. La vasculitis puede afectar a un solo órgano o a varios. La afección puede ser de corta o larga duración.
Puede afectar a cualquier persona, aunque algunos tipos de vasculitis son más frecuentes entre ciertos grupos etarios. Según el tipo que tengas, es posible que mejores sin tratamiento. La mayoría de los tipos requieren medicamentos para controlar la inflamación y evitar los brotes.
Las manifestaciones en piel pueden verse como manchas rojas. La vasculitis también puede provocar protuberancias o úlceras en la piel.